¿Las emociones pueden enfermarnos?

Una emoción es una manifestación mente cuerpo, que comienza cuando los sentidos reciben alguna información y también cuando el cerebro recuerda o fabrica alguna experiencia. Una vez interpretada la información, por medio de nuestros programas mentales, entonces se pasa el mensaje al sistema endócrino que se encarga de emitir moléculas especiales llamados péptidos quienes ligan e integran las actividades mentales, emocionales y biológicas.
Las células se comunican a través de sus receptores de péptidos, y manifiestan una sensación cuando la información es interpretada y puesta de vuelta al cerebro, este convierte la información en sensación. Esa sensación es generación de energía lo cual es positivo, pero cuando se les exige a las células, a marchas forzadas con emociones negativas, entonces las células no atienden sus funciones normales incluyendo las de reparación y protección, es decir se genera un desequilibrio en el funcionamiento celular y además los virus aprovechan esta oportunidad para entrar en las células a través de los receptores de péptidos.
Es importante saber que existen emociones positivas que generan endorfinas, que se liberan cuando reímos o nos relajamos conscientemente, y otros que resultan negativos como los que generan situaciones de estrés. Se puede decir que el estrés es general, al sentirte estresado es porque tus células están estresadas.
Emociones Positivas
Seguridad, alegría, entusiasmo, esperanza, tranquilidad.
Emociones Negativas
Miedo, cólera, rabia, depresión, desesperanza, estrés.
Todos los órganos son afectados por las emociones, por ejemplo el timo; que es el reservorio de las células de defensa del cuerpo, linfocitos, se ve afectado de manera directa ante las diferentes manifestaciones de la conducta de la persona. Lo cual provoca que el cuerpo deje de funcionar adecuadamente en todos sus procesos. Comenzamos entonces a experimentar enfermedad producto de las constantes emociones negativas que someten a nuestras células a una situación estresante y desequilibrante, es necesario cambiar la forma de interpretar las experiencias para detener este flujo de emociones negativas.
Recomiendo que tomemos nuestro tiempo de relajación de manera cotidiana, agregando a este proceso sugestiones e imaginando escenarios que nos hagan sentir emociones positivas, por medio de este hábito dispondremos un tiempo donde nuestros sistemas podrán trabajar mejor, las células aprovecharán mejor los nutrientes, efectuarán mejor sus funciones, mientras nosotros disfrutamos de un tiempo de gratas emociones.

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