En cierta ocasión escuché por la radio que el único músculo que no sufre de calambres es el corazón, la doctora decía que podría ser por su constante movimiento. Eso me movió a iniciar una investigación en la maravillosa carretera de la información, internet, para tener más datos y poder enriquecer el mensaje que me inspira el corazón. Me maravillé del trabajo que realiza, a continuación te cuento acerca de su labor vital.
Nuestra vida interior es espectacular, hay una serie de mensajes formidables capaces de enriquecer la vida exterior, en esta ocasión quiero hablar del gran músculo. El corazón es un guerrero que trabaja incansablemente en su propósito, que es hacer llegar vida y felicidad, conocida como sangre, a todos los rincones del cuerpo para mantener viva cada célula, cada tejido, para que todos los procesos como es el pensamiento, la digestión, y más, puedan llevarse a cabo y tu cuerpo funciona estupendamente.
A pesar de ser tan pequeño, como un puño, su comportamiento es el de un gigante, nunca se queja, nunca protesta por su labor, el sabe cual es su misión. El corazón trabaja al ritmo que le exijas, cumple siempre con tus demandas aunque a veces sean caprichos, el es obediente, su misión lo llena, lo fortalece.
De manera continua y bondadosa hace llegar sangre a todos los habitantes que la necesitan, da siempre lo mejor de él, aunque muchas veces es muy complejo trabajar con el peso del fluido de las venas, a veces las sustancias que generan las emociones cargan al doble su esfuerzo, la labor se intensifica, se hace difícil, hay que hacer mucha limpieza y oxigenación.
Sin embargo el lo da todo, es capaz de morir por su causa. Su sentido de vivir, lo que le llena de energía, lo que le mantiene con esperanza, es cumplir su misión. En un día es capaz de latir alrededor de 86,400 veces, ¡cuanta vitalidad hay dentro de nosotros! Por eso es importante que valores a tu corazón, valora su mensaje, cuídalo, agrádesele, aliméntate bien, haz ejercicio, controla tus emociones y sobre todo se positivo.
Valora y medita en todo lo que representa tu cuerpo, tu universo, el depósito de tu espíritu, vive, muévete constantemente, se sabio con esta maravilla que tienes por regalo y escúchalo, en él está impregnada la sabiduría de la mente universal.
Escuchemos la diaria predicación de nuestro corazón e imitemos su actitud, entiende tu misión, tan importante, en este cuerpo que se llama universo. Busquemos llenarnos de inspiración y amor para entonces funcionar con toda bondad, piensa que hay quienes te necesitan, eres vital para la armonía del planeta. Eres guerrero de la paz, es decir, te esfuerzas sabiamente por crear no solo bienes materiales, no solo metas personales, no solo vivir en competencia, sino en franca colaboración, somos fundamentales en la supervivencia, en la armonía de la danza de la vida.
No sirve de mucho quejarse, pues se acumulan las malas sensaciones y podríamos acostumbrarnos. Lo mejor es ocuparse de los obstáculos y aprender de ellos, cuando hay una misión el universo nos manda fuerza extra, así mismo recursos, así mismo alegrías, cada uno de nosotros puede ser un corazón.
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