Emergencia espiritual

Hablar de lo espiritual en estos días, es visto como un pérdida de tiempo, como una ridiculez o inmadurez. En estos tiempos de consumismo y competencia, pocos se dan tiempo para reflexionar en el amor y en la armonización del planeta. Ahora los de pensamiento claro son llamados locos por aquellos que van de aquí para allá sin sentido, más que el de satisfacer las necesidades básicas individuales, sin una visión transpersonal, universal.

Y es que el amor no es negocio, no acumula bienes, no da un fruto material pues su riqueza es espiritual que representa una riqueza en todo el ámbito del ser. Muchos están incapacitados a sentir la energía universal que se manifiesta en un espíritu con una visión universal y como consecuencia se manifiesta en nuestra mente y cuerpo. No lo quieren o pueden ver, pues la energía universal es gratuita, pero invisible al modelo de ver la vida del consumismo, que hace entender a sus seguidores que todo lo que vale la pena cuesta dinero o esfuerzo y hay que enajenarse para lograrlo.

La energía universal es naturalmente, regeneradora, evolucionista, inteligente, integral, es bondadosa y vigila que la existencia se mantenga funcionando de manera equilibrada y saludable, nunca la energía universal atenta contra sí misma antes de un análisis inteligente y ecológico.
Qué bueno es que existan quienes expresan con energía, el sentir espiritual, acerca de la emergencia sobre lo que sucede en este planeta, hoy día hay una enfermedad no solo en la naturaleza sino en el mismo hombre, debido a los hábitos y creencias actuales que generan guerras, violencia, contaminación, calentamiento de la tierra, frustración. No contento de extinguir especies animales y vegetales el hombre quiere extinguirse a sí mismo y lo está logrando. Actualmente existen millones de personas que padecen enfermedades crónicas degenerativas producto de la contaminación ambiental y mental, además de la pobreza extrema e ignorancia.

Pero cualquier día nace con la oportunidad de reflexionar, de despertar, de ver l emergencia espiritual, de analizar hacia dónde vamos, que queremos, no solo en lo inmediato, no solo en lo individual, sino en lo futuro a nivel mundial. Siempre existe la oportunidad de reflexionar tomando como maestra a la naturaleza, ella suple de lo necesario para mantener viva a la creación, para mantenerla en armonía, desplegando belleza, plenitud e inteligencia. Claro que a veces hay respuestas bastante enérgicas en la naturaleza, pues nos hemos convertido en una especie de virus maligno que cada día daña al planeta y este como ser viviente reacciona en defensa para mantenerse en equilibrio y seguir vivo.

Hagamos una mayor conciencia global, acerca de nuestra actitud, actuemos con amor hacia todo lo que existe, pues todos dependemos de todos y de todo lo que existe para poder vivir en este planeta nuestro hogar, el único lugar donde el hombre puede desarrollarse. Así mismo somos los seres humanos los únicos con quienes podemos convivir y compartir de nosotros mismos a modo profundo y gratificante, pensemos en que una actitud egoísta daña a los demás y en consecuencia me dañará a mí. Podemos amarnos hoy, este es un acto inteligente y como consecuencia nuestra conciencia se expandirá y evolucionaremos a nuevos y mejores escenarios de vida.